Después de CAFÉ y supongo que por culpa de él, me he visto envuelto en varios proyectos donde siempre era cuestión de arreglar canciones cambiándolas, trayéndolas a este otro lado. Esto no era forzósamente nuevo para mi, siempre jugamos a cambiar las canciones, sobre todo para poder cantarlas ¿No? Luego para que otros las escuchen con otros ojos, otras veces porque hay un momento, un mensaje particular que es solo de esa canción, la primera versión balcón, por eso es bueno perderles el respeto a los clásicos, reversionar una canción siempre tiene la virtud de sacarla de un cajón, de darle al oyente la conciencia de que la música no es solo aquello que sale de los auriculares enlatado, inamovible. Por último cantar canciones llevándolas a tu terreno es un ejercicio de pedagogía, memoria, homenaje y respeto inigualables.
Desde estas «versiones balcón» mi màs profunda admiración y cariño a los grandísimos «chansonniers» de este mundo, Caetano Veloso, Bola de nieve, Maurice Chevalier, Frank Sinatra, Julio Iglesias, Roberto Carlos o Charles Aznavour & Cie.
Esto será cada tanto ¡Y dice!
Grande negro! Gran abrazo desde siempre!
Grande Lula, estamos na area.